lunes, 9 de junio de 2014

aparato reproductor femenino y masculino

El sistema reproductor femenino es quizá
el lugar más sagrado de la especie humana:
allí se producirá la fecundación y el desarrollo
del nuevo ser.
El aparato reproductor está constituido,
tanto en la mujer como en el hombre,
por las siguientes partes: las gónadas,
que son los órganos donde se forman los gametos
y donde se producen las hormonas sexuales;
las vías genitales, conductos de salida;
y los órganos que permiten la unión sexual,
llamado cópula, que posibilita el encuentro de los gametos.
Sus partes:
Gónadas femeninas: Ovarios
Es la glándula sexual femenina encargada de formar células aptas para la reproducción y de secretar hormonas sexuales femeninas: estrógenos y progesterona, que controlan el ciclo menstrual, el desarrollo de los órganos sexuales secundarios y de las glándulas mamarias.
Los ovarios se desarrollan al lado de los riñones. Cada ovario pesa alrededor de 15 gramos, aproximadamente la mitad del peso de un testículo. Su forma se podría asemejar a una almendra grande.
Trompas de Falopio
Las Trompas de Falopio ponen en comunicación la cavidad uterina con la cavidad abdominal e, indirectamente con el ovario. Tienen una forma más o menos cilíndrica. Se distinguen tres zonas; porción intramural o intersticial, porción ístmica, porción ampular.
Esta última es la zona más gruesa de la trompa y termina formando una serie de lengüetas o franjas, que se han comparado a la corola de una flor. Esta zona se denomina pabellón y pone en relación la trompa con el ovario.
Útero
La función primordial del útero es albergar a un nuevo ser, nutrirlo y protegerlo en las distintas etapas de una gestación normal.
Es un órgano muscular hueco, de paredes gruesas. Tiene la forma de una pera invertida y mide aproximadamente 7 cm. de longitud y pesa unos 50 gramos. Por delante del útero encontramos la vejiga urinaria, y por detrás al recto.
En el útero podemos distinguir dos partes: el cuerpo voluminoso y el cuello.
Las paredes del útero tiene aprox. 2 cm. de grosor y se componen principalmente de músculo liso. El cuello tiene pocas fibras musculares lisas pero es rico en fibras colágenas y elásticas que le permiten dilatarse aproximadamente 10 cm. en el momento del parto.
Durante el embarazo el útero se expande y alcanza un gran tamaño, hay un crecimiento considerable de las paredes y se encuentran lo suficientemente irrigadas como para cumplir con las siguientes funciones:
Nutrir al embrión y al feto.
Dar espacio para el crecimiento
Expulsar al feto al termino de la gestación.
La vagina
Es un conducto elástico de aproximadamente 10 cm de longitud, que comunica al útero con el exterior. Su longitud es de 8-12 cm. Es el órgano de copulación. Microscópicamente, la pared vaginal está constituida por tres capas: la externa formada por la fascia vaginal, la capa media constituida por fibras musculares lisas y la capa interna o mucosa.
En la desembocadura de la vagina de una mujer que no se halla iniciado sexualmente podemos encontrar un fino pliegue mucoso llamado "himen".

Aparato reproductor masculino
El aparato reproductor está constituido, tanto
en la mujer como en el hombre, por las siguientes
partes: las gónadas, que son los órganos donde se
forman los gametos y donde se producen las hormonas
sexuales; las vías genitales, conductos de salida;
y los órganos que permiten la unión sexual, llamado
cópula, que posibilita el encuentro de los gametos.
Gónadas masculinas: Los testículos
Los testículos son los productores de las células sexuales masculinas llamadas espermatozoides o espermios. Además, cumplen una función endocrina: la de secretar la hormona masculina testosterona.
Están situados debajo del pene entre los dos muslos. Están encerrados en un sistema de cubiertas que reciben el nombre de bolsas o escroto. El testículo tiene forma de un ovoide aplanado en sentido transversal, con una longitud de 4 a 5 cm.
Los testículos están formados por:
- Tubos seminíferos: Estos están revestidos por un epitelio denominado epitelio seminífero que contiene a las células de Sértoli (o de sostén) y a las células espermatogénicas que darán lugar a los espermatozoides, que serán conducidos por estos tubos para luego abandonar el testículo.
- Tejido conjuntivo intersticial: segregan hormonas sexuales masculinas (andrógenos, principalmente testosterona).
Vías espermáticas
- El epidídimo es un tubo de 5 a 6 metros de longitud. Se puede dividir en 3 partes:
cabeza, cuerpo y cola. Está formado tan ensortijadamente que si se desenrolla puede comparase en largo con el tubo digestivo. Es el lugar de almacenamiento y maduración de los espermatozoides. Luego de su porción final toma la forma de un tubo más o menos regular llamado conducto deferente.
- El conducto deferente junto con vasos y nervios forma el cordón espermático. En su trayecto transporta los espermatozoides hasta un punto donde se produce una evaginación del conducto, llamada vesícula seminal.
La vesícula seminal elabora liquido seminal que se mezcla con los espermatozoides, está constituido principalmente por fructosa, que actúa como fuente de energía para los espermatozoides.
La parte terminal común a la vesícula seminal y al conducto deferente se llama conducto eyaculador.
Espermatozoide
Son células móviles muy especializadas
cuya función es la de alcanzar el óvulo y fecundarlo.
Están formados por una cabeza y una cola.
La cabeza contiene al núcleo donde se encuentra
Alojado el material genético.
La cola está constituida por 4 regiones principales: cuello,
Cuerpo o pieza intermedia (posee mitocondrias que le
confiere energía para moverse), pieza principal y pieza
Terminal (constituida por un filamento).
Semen
El semen liberado en un acto sexual masculino está compuesto por espermatozoides suspendidos en liquido seminal. Este líquido esta compuesto por secreciones provenientes de las vesículas seminales (60%), de la glándula prostática (30%) que le confiere al semen aspecto lechoso y pequeñas cantidades procedentes de glándulas bulbouretrales.
El PH del semen es de 7,5 y su color es blanco lechoso. En su composición podemos destacar a la fructosa (producto de secreción de las vesículas seminales) que nutre a los espermatozoides hasta que uno de ellos pueda fecundar al óvulo
Escroto
Es una bolsa o saco de piel que alberga a los testículos. Está formado por una piel fina, rica en pigmentos y carece totalmente de tejido graso.
En forma subcutánea encontramos una capa continua de células musculares lisas. Cuando hace frío esta capa se encarga de encoger y arrugar la pared escrotal. Durante una erección la bolsa escrotal se acorta debido a que parte de la piel se desplaza sobre el pene que está aumentando de tamaño.
El pene
El órgano genital externo es el pene que constituye el órgano de copulación, destinado a depositar el semen en el interior de la vagina femenina. Está situado inmediatamente por encima de las bolsas, delante de la sínfisis del pubis, a la cual está fuertemente sujeto por dos ligamentos, uno fibroso y otro elástico.
La menstruación: un cambio importante
Al llegar a la pubertad, en el organismo de las niñas comienzan a funcionar los ovarios y se presenta por primera vez la menstruación, lo que se conoce como menarquía.
Con este hecho se da comienzo al ciclo menstrual. Esto marca un cambio físico y a veces sicológico muy importante en las niñas, ya que es un signo evidente de que se están transformando en mujeres.
En el ciclo menstrual están involucrados la hipófisis -glándula endocrina que se ubica en la base del cerebro-, los ovarios -gónadas que producen óvulos y hormonas- y el útero -órgano en el cual se desarrolla el embrión-.
El ciclo menstrual corresponde a un período de tiempo que dura 28 días. Este ciclo está delimitado por dos menstruaciones.
El ciclo
El primer día del ciclo menstrual es aquel en que se inicia la menstruación. Esta dura entre 3 y 7 días como promedio. Una vez terminada, la hipófisis libera la Hormonona Folículo Estimulante (H.F.E.), que actúa sobre el ovario y provoca la maduración de varios folículos -estructura que contiene a los óvulos-.
Los folículos comienzan a producir estrógenos u hormonas, preparando así las paredes del endometrio del útero. Cerca del día 10 u 11 del ciclo, uno de los folículos -que es el que contiene el óvulo- madura más que los otros. Próximo al día 14, la hipófisis deja de enviar H.F.E. y comienza a mandar una segunda hormona llamada Hormona Luteinizante (H.L.). Esta es la encargada de romper el folículo maduro y provocar la ovulación justo el día 14.
El folículo que quedó vacío, por la estimulación de la H.L., se transforma en un tejido especial llamado cuerpo lúteo o amarillo. Él produce progesterona, hormona que sigue preparando las paredes del útero.
Cerca del día 28, si no hay fecundación, el cuerpo lúteo se atrofia y deja de producir progesterona. Esto causa una baja brusca en los niveles de esta hormona, que determina el desprendimiento de la preparación que se había formado en el endometrio. Ello ocurre el día 28, terminando así un ciclo menstrual y comenzando el siguiente.
Aparato reproductor femenino y masculino
Aparato reproductor femenino y masculino
Aparato reproductor femenino y masculino

Reproducción Humana

La reproducción humana es el mecanismo biológico por el que la especie humana de reproduce y crea nuevos individuos de su especie. Mediante este mecanismo, la raza humana ha logrado sobrevivir durante millones de años, evitando la desaparición de la especie, como ocurrió con otras especies con las que años atrás los humanos convivían.
Esta clase de reproducción es de tipo sexual, por lo que se da entre individuos de la misma especie y diferentes sexos, entre el hombre y la mujer. En la reproducción humana se transmiten todos los caracteres genéticos que el nuevo embrión tendrá, hecho que hace muy importante la etapa de embarazo. Este tipo de reproducción emplea la fecundación interna y el hecho de que salga bien, produciéndose el embarazo, depende de las hormonas, el sistema nervioso y el sistema reproductivo.
El desarrollo del nuevo individuo es conocido como del tipo vivíparo, lo que indica que las primeras fases de su desarrollo se realizan en el interior de órganos especializados de la madre. La reproducción se lleva a término cuando se unen dos células, una de la madre y otra del padre, las cuales son creadas por las gónadas que hay en cada sistema reproductivo de los progenitores.

Las gónadas masculinas se conocen como los testículos, los cuales son los encargados de producir los espermatozoides y las hormonas sexuales del sexo masculino. Las gónadas femeninas son conocidas como ovarios y son lo encargados de producir los óvulos y las hormonas del sexo femenino.
El proceso de desarrollo de una nueva vida humana empieza cuando dos células sexuales, el espermatozoide y el óvulo, denominadas gametos, se unen. A este proceso de unión de células se le llama fecundación y es el verdadero inicio de la reproducción humana.
Para que esta fecundación pueda ser real, tanto el hombre como la mujer tiene sus propios sistemas de reproducción, el masculino y el femenino, cada uno de ellos formado por sus propios órganos.
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El aparato reproductor masculino está formado por:
- Testículos
- Epidídimo
- Conductos deferentes
- Vesículas seminales
- Próstata
- Pene
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El aparato reproductor femenino está formado por:
- Vulva
- Vagina
- Cérvix
- Útero
- Endometrio
- Trompas de Falopio
- Ovarios[/column]
Estas partes, que conforman los aparatos reproductores masculino y femenino, van desarrollándose en el periodo de crecimiento, llegando a su madurez en la pubertad. A partir de este momento, es cuando se puede decir que un hombre o una mujer están maduros para la reproducción.

El mejor momento para la reproducción puede ser desde que los individuos alcanzan su madurez hasta los 30 o 35 años, especialmente para las mujeres. Sin embargo, el rimo de vida que se lleva en la mayoría de los países de occidente, hace que las parejas se junten más tarde y que empiecen a tener descendencia a una edad ya elevada; esta es una de las primeras causas que comporta problemas en la reproducción humana.
Después de la creación de las células reproductivas, empieza el período de la fecundación, que es cuando el óvulo, llamado en ese momento cigoto, empieza a presentar una serie de divisiones mitóticas, en el llamado desarrollo embrionario, culminando con la formación del embrión, el cual será el futuro bebé; un nuevo individuo en la especie humana, si el periodo de embarazo sale bien.
El embrión, en esta etapa inicial, presenta tres capas germinales, llamadas ectodermo, endodermo y mesodermo y son las que darán lugar, después de meses de evolución a los distintos órganos de su cuerpo. Durante la fecundación, además, son importantes otros factores de carácter emocional, por lo que no siempre que haya un acto sexual habrá fecundación.
A parte de las hormonas, el sistema nervioso y el sistema reproductor, cómo hemos mencionado antes, hay también un factor psicológico que afecta a la reproducción humana, pudiendo hacer que ésta no llegase a perpetuarse nunca entre dos individuos. Para ello, muchas han sido las técnicas que se han inventado y aplicado, con grandes resultados, que más adelante trataremos.
La reproducción humana se basa en que ambos individuos sean maduros fértilmente hablando; es decir, la mujer debe ser fértil para poder aceptar una nueva vida en su interior y, por ello, debe tener su periodo menstrual. El hombre debe ser capaz de poder eyacular y, hasta dónde él pueda saber, tener unos espermas aptos para fecundar el óvulo. Puede ser que el hombre eyacule y cree espermatozoides, aunque estos pueden ser de baja calidad o, como se llaman, vago y no ser capaces de llegar hasta el óvulo de la mujer, perdiéndose en su camino.

La mujer si tiene su período normalmente será fértil, aunque padece más el riesgo de no quedarse embarazada por factores psicológicos. Estos factores, están más presentes en áreas de población desarrolladas, que no en áreas de países subdesarrollados. Por ello, la tasa de infertilidad es más elevada en países con una gran cantidad de pacientes sufriendo de estrés.
Sin embargo, eso no es lo único que puede hacer que a una mujer le cueste quedarse embarazada, ya que hay otras problemáticas, como puede ser un periodo menstrual irregular. De esta manera, la mujer no sabrá nunca a ciencia cierta cuando es su periodo más fértil, haciendo más difícil la reproducción. Para ello, se han inventado todo tipo de objetos, los cuales indican a estas mujeres cuando será el día más fértil y, en consecuencia, más apto para la reproducción.
Una vez, el hombre y la mujer han podido perpetuar la reproducción, será la mujer la encargada de tener a esta nueva vida en su interior, dentro de la cual, le ofrecerá protección, calor y alimentación; todas ellas necesarias para que el nuevo feto pueda seguir desarrollándose correctamente en su útero.
Sin embargo, hay embarazos que salen mal, dejando la reproducción a medias, ya que durante los tres primeros meses de embarazo es posible tener un desprendimiento del feto y, en consecuencia, la pérdida del bebé. Para evitar estos casos, los cuales son más importantes en mujeres con el segundo embarazo que en el primero, los médicos aconsejan descanso, no hacer esfuerzos y, si ven que hay probabilidad de desprendimiento, es posible que den una baja de descanso para los primeros tres meses y, intentar así evitar ese desprendimiento.
Durante todo el período de embarazo, la mujer estará controlada por médicos, los cuales le realizarán varias pruebas para saber que todo está correcto y la reproducción, el embarazo, está siendo desarrollado de una manera positiva. Cuando nazca el nuevo bebé es cuando se podrá decir que el periodo de reproducción se ha completado correctamente; de lo contrario, ya sea en los primeros o últimos meses, la pérdida del bebé dará como resultado una mala reproducción.
Aunque no son muchos los casos de pérdida de bebé pasados los tres primeros meses, si es bastante corriente que se de en mujeres con edades superiores a los 35 años, fumadoras o bien que estén embarazadas de gemelos. El embarazo de gemelos suele suponer un poco más de riesgo para la reproducción humana, aunque la medicina ha avanzado mucho y, actualmente, la mayoría de los casos acaban con éxito.

Por otro lado, si tenemos en cuenta al padre, éste también puede presentar problemas en su organismo que afecten a la reproducción. Los hombres pueden pensar que son completamente fértiles, pero como ya hemos mencionado antes, puede que sus espermatozoides sean de los llamados “vagos” o bien insuficientes en el líquido para poder llevar a cabo la fecundación.
En el caso de los hombres, el hecho de que tengan espermatozoides vagos no se sabrá hasta que las primeras dificultades para el embarazo aparezcan y se hagan las pruebas necesarias. Esta situación puede venir dada por el tabaquismo, el abuso de varias sustancias, como el alcohol o las drogas, tener más de 40 años y otras de carácter más psicológico. Por otro lado, el hecho de que el número de espermatozoides sea menor que el habitual, puede ser dado por las mismas circunstancias.
Por todo ello, la tecnología ha creado sistemas y tratamientos mediante los cuales, la pareja que sufre algunas de estas circunstancias, puede seguir y, a la larga, quedarse embarazada y dar lugar a esta reproducción.
Cada año, estas técnicas siguen aumentando en número y, la gran mayoría, dan como resultado, reproducciones efectivas y viables, aunque suelen necesitarse varios intentos para poder tener un embarazo. De estos tratamientos es de dónde se crean la gran mayoría de los mellizos y trillizos que nacen anualmente. En cualquier caso, una recomendación de cualquier doctor especializado es que antes de probar alguna de estas técnicas, los padres intenten varias alternativas naturales, ya que la reproducción natural es siempre la más recomendada.

Aparato locomotor






El aparato locomotor o sistema musculoesquelético está formado por el sistema osteoarticular (huesos, articulaciones y ligamentos) y el sistema muscular (músculos y tendones que unen los huesos). Permite al ser humano o a los animales en general interactuar con el medio que le rodea mediante el movimiento o locomoción y sirve de sostén y protección al resto de órganos del cuerpo.[1]
Se fundamenta en tres elementos:
El aparato locomotor no es independiente ni autónomo, pues es un conjunto integrado con diversos sistemas, por ejemplo, con el sistema nervioso para la generación y modulación de las órdenes motoras. Este sistema está formado por las estructuras encargadas de sostener y originar los movimientos del cuerpo y lo constituyen dos sistemas.
  • Sistema óseo: Es el elemento pasivo, está formado por los huesos, los cartílagos y los ligamentos articulares.
  • Sistema muscular: Formado por los músculos los cuales se unen a los huesos y por lo tanto al contraerse provocan el movimiento del cuerpo.
Además de estos, hay que agregar el sistema nervioso, ya que este es el responsable de la coordinación y la estimulación de los músculos para producir el movimiento.


Los huesos

El hueso es un tejido firme, duro y resistente que forma parte del endoesqueleto de los vertebrados. Está compuesto por tejidos duros y blandos. El principal tejido duro es el tejido óseo, un tipo especializado de tejido conectivo constituido por células (osteocitos) y componentes extracelulares calcificados. Hay 206 huesos en el cuerpo humano. Los huesos poseen una cubierta superficial de tejido conectivo fibroso llamado periostio y en sus superficies articulares están cubiertos por tejido conectivo cartílaginoso. Los componentes blandos incluyen a los tejidos conectivos mieloide tejido hematopoyético y adiposo (grasa) la médula ósea. El hueso también cuenta con vasos y nervios que, respectivamente irrigan e inervan su estructura.
Los huesos poseen formas muy variadas y cumplen varias funciones. Con una estructura interna compleja pero muy funcional que determina su morfología, los huesos son livianos aunque muy resistentes y duros.
El conjunto total y organizado de las piezas óseas (huesos) conforma el esqueleto o sistema esquelético. Cada pieza cumple una función en particular y de conjunto en relación con las piezas próximas a las que está articulada.
Los huesos en el ser humano son órganos tan vitales como los músculos o el cerebro, con una amplia capacidad de regeneración y reconstitución. Sin embargo, vulgarmente se tiene una visión del hueso como una estructura inerte, puesto que lo que generalmente queda a la vista son las piezas óseas —secas y libres de materia orgánica— de los esqueletos tras la descomposición de los cadáveres

Las articulaciones

Imagen con los componentes de una articulación.
Una articulación en anatomía es el punto de contacto entre dos huesos del cuerpo. Es importante clasificar los diferentes tipos de articulaciones según el tejido que las une. Así se clasifican en fibrosas, cartilaginosas, sinoviales o diartrodias.
El cuerpo humano tiene diversos tipos de articulaciones, como la sinartrosis (no móvil), sínfisis (con movimiento monoaxial) y diartrosis (mayor amplitud o complejidad de movimiento). La parte de la anatomía que se encarga del estudio de las articulaciones es la artrología.

Músculos

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La palabra "músculo" proviene del diminutivo latino muscular , mus (ratón) culus (pequeño), porque en el momento de la contracción, los romanos decían que parecía un pequeño ratón por la forma.
Músculo es cada uno de los órganos contráctiles del cuerpo humano y de otros animales, formados por tejido muscular. Los músculos se relacionan íntimamente bien con el esqueleto, forman parte de la estructura de diversos órganos y aparatos. La unidad funcional y estructural del músculo es la fibra muscular.
El músculo es un tejido formado por células fusiformes constituidas por el sarcolema que es la membrana celular y el sarcoplasma que contienen los orgánulos, el núcleo celular, mioglobina y un complejo entramado proteico de fibras llamadas actina y miosina cuya principal propiedad, llamada contractilidad, es la de acortar su longitud cuando son sometidas a un estímulo químico o eléctrico. Estas proteínas tienen forma helicoidal o de hélice, y cuando son activadas se unen y rotan de forma que producen un acortamiento de la fibra. Durante un solo movimiento existen varios procesos de unión y desunión del conjunto actina-miosina.

Nervios

Sección de un nervio periférico.
Los nervios son manojos de prolongaciones nerviosas de sustancia blanca, en forma de cordones que hacen comunicar los centros nerviosos con todos los órganos del cuerpo. Forman parte del sistema nervioso periférico


Sistema nervioso periférico

El sistema nervioso periférico (SNP) es el apartado del sistema nervioso formado por nervios y neuronas que residen o se extienden fuera del sistema nervioso central (SNC), hacia los miembros y órganos.[1] La función principal del SNP es conectar el sistema nervioso central (SNC) a los miembros y órganos. La diferencia entre este y el SNC está en que el sistema nervioso periférico no está protegido por huesos o por la barrera hematoencefálica, lo que permite la exposición a toxinas y daños mecánicos. El sistema nervioso periférico es, así, el que coordina, regula e integra nuestros órganos internos, por medio de respuestas involuntarias.[2] [3] En algunos textos se considera que el sistema nervioso autónomo es una subdivisión del sistema nervioso periférico, pero esto es incorrecto ya que, en su recorrido, algunas neuronas del sistema nervioso autónomo pueden pasar tanto por el sistema nervioso central como por el periférico, lo cual ocurre también en el sistema nervioso somático. La división entre sistema nervioso central y periférico tiene solamente fines anatómicos.
Está compuesto por 12 pares de nervios craneales y 31 pares de nervios espinales. En el sistema nervioso periférico (SNP) las células de Schwann ayudan a guiar el crecimiento de los axones y a la regeneración de las lesiones (neurapraxia y axonotmesis, pero no en la neurotmesis).

Sistema nervioso somático

  • Nervios espinales, que son los que envían información sensorial (tacto, dolor) del tronco y las extremidades hacia el sistema nervioso central a través de la médula espinal. También envían información de la posición y el estado de la musculatura y las articulaciones del tronco y las extremidades a través de la médula espinal. Reciben órdenes motoras desde la médula espinal para el control de la musculatura esquelética. Son un total de 31 pares de nervios,[4] cada uno con dos partes o raíces: una sensitiva y otra motora.
La parte sensitiva es la que lleva los impulsos desde los receptores hasta la médula espinal.
La parte motora es la que lleva los impulsos desde la médula espinal hasta los efectores correspondientes. Siempre se tienen que tomar en cuenta los nervios raquídeos.
  • Nervios craneales, que envían información sensorial procedente del cuello y la cabeza hacia el sistema nervioso central. Reciben órdenes motoras para el control de la musculatura esquelética del cuello y la cabeza; y son 12 pares de nervios craneales.

Sistema nervioso autónomo

Regula todas las funciones corporales, controla la musculatura lisa, la cardíaca, las vísceras y las glándulas por orden del sistema nervioso central.
  • Rama parasimpática: Se encuentra activo cuando el cuerpo esta en reposo, estimula la persitalsis, relaja el miocardias, contrae los bronquios, entre otros.
  • Rama simpática: Prepara al organismo para la actividad física, aumentando la frecuencia cardíaca, dilatando los bronquios, contrayendo el recto, relajando la vejiga, etc.
Lo componen raíces, plexos y troncos nerviosos.

Raíces

  • Raíces cervicales
  • Raíces torácicas o raíces dorsales
  • Raíces lumbares
  • Raíces sacras
  • Raíces sinápticas

Plexos

El plexo cervical es el plexo nervioso más superior en el sistema nervioso periférico. Está formado por los ramos anteriores de los segundos cuatro nervios cervicales (de C1 a C4), ramos que con excepción del primero, se dividen en ramos ascendentes y descendentes, uniéndose con los ramos adyacentes formando bucles. Se encuentra a lo largo de las primeras 7 vértebras cervicales, anterolateral al músculo elevador de la escápula y escaleno medio, y en la profundidad del músculo escleidomastoideo.

Nervios

  • Pares craneales
  • Nervios de miembros superiores
  • Nervios de miembros inferiores

Componentes funcionales del sistema nervioso

  • Componente sensorial (aferente), que recibe y transmite impulsos al SNC para su procesamiento.
  • Componente motor (eferente), que se origina en el sistema nervioso central y transmite impulsos a órganos efectores en la totalidad del cuerpo, y éste a su vez se divide en:
    • Sistema somático, en el que los impulsos que se originan en el sistema nervioso central se transmiten directamente a través de una neurona a un músculo esquelético
    • Sistema autónomo, recibe los impulsos del SNC y se transmite primero a un ganglio autónomo a través de una neurona; una segunda neurona que se origina en el ganglio autónomo lleva a continuación el impulso al músculo liso, al músculo cardíaco o a las glándulas.
    • Fotografía de sistema nervioso central y periférico

Sistema nervioso central



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Sencillo esquema del sistema nervioso central.
El sistema encargado de gobernar la función organizada de nuestros aparatos es el sistema nervioso (SN), el cual capta los estímulos externos por medio de receptores, los traduce a impulsos eléctricos que conduce al sistema nervioso central (SNC), a través de un sistema de conductores (nervios), y así, el SNC elabora una respuesta enviada por los nervios y efectuada por otros sistemas o tejidos en respuesta al estímulo.
Anatómicamente el sistema nervioso central está formado por el encéfalo y la médula espinal, ambos compuestos por varios millones de células especializadas llamadas neuronas, dispuestas ordenadamente y comunicadas entre sí y con los efectores por medio de prolongaciones denominadas axones y dendritas.
Las neuronas se disponen dentro de una armazón con células no nerviosas, las que en conjunto llamaremos neuroglia.
El sistema nervioso central está protegido por envolturas óseas y por envolturas membranosas.
Las envolturas óseas son el cráneo y la columna vertebral.
Las envolturas membranosas, en conjunto llamadas meninges, se denominan duramadre, aracnoides y piamadre.

Encéfalo

Es parte del sistema nervioso central, situado en el interior del cráneo.
El encéfalo es el órgano que controla todo el funcionamiento del cuerpo. Realiza un control voluntario e involuntario. También es el órgano del pensamiento y del razonamiento.
Anatómicamente, el encéfalo está conformado por el cerebro, el cerebelo, la lámina cuadrigémina (con los tubérculos cuadrigéminos) y el tronco del encéfalo o bulbo raquídeo.
Cerebro
Corresponde a la parte anterosuperior del encéfalo. Se sitúa apicalmente (en un extremo o punta) al tronco del encéfalo.
Está formado por dos grandes hemisferios, separados por la cisura interhemisférica, unidos en el fondo por el cuerpo calloso. Es la parte de mayor tamaño y se aloja en su totalidad dentro del cráneo.
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El cráneo, la caja protectora del encéfalo.
Su función es muy compleja; regula los movimientos voluntarios y la actividad consciente consciente. Es el generador de ideas, hace conexiones, archiva, realiza las funciones superiores, es el centro de las funciones intelectuales, equilibra al organismo con el medio ambiente.
Está protejido por el cráneo, la duramadre, la piamadre y la aracnoides; está formado por la sustancia blanca, que es la ramificación de las neuronas y por la sustancia gris que son los cuerpos neuronales que forman la corteza cerebral (que tiene una superficie aproximada de  285 cm cuadrados y su grosor es de 2 a 3 mm).
El cerebro tiene el 2 por ciento del peso del cuerpo; consume el 25 por ciento del total de oxígeno y el 20 por ciento de la sangre que sale del corazón.
En el cerebro se alojan entre diez mil millones y catorce mil millones de neuronas.
El cerebro está formado o se puede dividir en dos partes: Telencéfalo y Diencéfalo
Telencéfalo
El telencéfalo es la estructura cerebral situada sobre el diencéfalo, corresponde a los hemisferios cerebrales. Representa el nivel más alto de integración somática y vegetativa.
Diencéfalo
Es la parte del cerebro situada entre el tronco del encéfalo y el telencéfalo y está compuesto por diferentes partes anatómicas: hipófisis, hipotálamo, subtálamo, tálamo y epitálamo.
Hipófisis
La hipófisis o glándula pituitaria es una glándula compleja que se aloja en una oquedad ósea llamada silla turca del hueso esfenoides, situada en la base del cráneo, en la fosa cerebral media, que conecta con el hipotálamo a través del tallo pituitario o tallo hipofisario.
Hipotálamo
Del griego hypó (debajo de) + thálamos (cámara nupcial, dormitorio). El hipotálamo forma parte del diencéfalo, y se sitúa por debajo del tálamo.
Suele considerarse el centro integrador del sistema nervioso autónomo o vegetativo, dentro del sistema nervioso central. También se encarga de realizar funciones de integración somato-vegetativa.
El hipotálamo es el encargado de controlar las funciones del medio corporal interno, comportamiento sexual y las emociones, controla el sistema endocrino, actúa sobre el sitema nervioso autonómo y el sitema limbico (es el encargado de controlar las emociones y los instintos).
Está conectado a todos los nervios del cerebro, del sistema endocrino y nervioso además de la médula espinal.
Subtálamo
Estructura diencefálica situada entre mesencéfalo, tálamo e hipotálamo.
Tálamo
Estructura diencefálica de localización superior al hipotálamo.
En el tálamo, hacen sinapsis todas las vías sensoriales a excepción de la vía olfatoria.
Se compone de múltiples núcleos. Se distinguen núcleos específicos e inespecíficos.
Los específicos reciben una modalidad sensorial bien definida y la transmiten a áreas corticales bien delimitadas.
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Algunas partes principales del sistema nervioso central.
Los inespecíficos, reciben información sensorial variada y la trasmiten de modo difuso sobre la corteza cerebral.
Ver: PSU: Biología; Pregunta 05_2006(2)
Epitálamo
Es una estructura diencefálica situada sobre el tálamo.
Las partes anatómicas del epitálamo son la glándula pineal o epífisis, el trígono de la habénula, las estrías habenulares y el techo epitelial del tercer ventrículo.

Cerebelo

Está localizado en la parte posterior y por debajo del cerebro. Sirve de puente junto con el bulbo raquídeo, a los impulsos de la médula para que lleguen al cerebro.
Entre sus funciones están: el regular, los latidos cardiacos, la presión arterial, la respiración, el equilibrio; coordina los movimientos musculares voluntarios como la marcha y la natación.
Desde el punto de vista anatómico la corteza del cerebelo se divide en una capa externa, o molecular, y una capa interna, o granulosa. Entre ambas capas aparecen unas células denominadas células de Purkinje. Aunque las células de las dos capas cerebelosas corticales son de pequeño tamaño, no por ello dejan de ser neuronas. También se halla presente la neuroglia.

Tubérculos cuadrigéminos

Los tubérculos cuadrigéminos o colículos cuadrigéminos están ubicados detrás del acueducto de Silvio y de los pedúnculos cerebrales. Conocida también como Lámina cuadrigémina esta estructura es la porción dorsal del techo del mesencéfalo. Está compuesta por dos pares de protrusiones (salientes o extensiones naturales de un órgano), los tubérculos cuadrigéminos superiores e inferiores.
Los tubérculos cuadrigéminos anteriores o superiores se denominan nates. Los posteriores o inferiores se denominan testes. Los anteriores actúan como centros para los reflejos visuales y los posteriores para los auditivos. En su estructura presentan la sustancia gris central recubierto por la sustancia blanca.

Bulbo raquídeo

Es el más bajo de los tres segmentos del tronco del encéfalo. Es llamado también médula oblonga. Es la terminación de la parte superior de la médula espinal. Actúa sobre movimientos involuntarios del corazón, intervienen en el funcionamiento de las vías respiratorias, del esófago, intestino delgado, páncreas, hígado, participa en los mecanismos del sueño y la vigilia, detecta los niveles de oxígeno y bióxido de carbono. Una lesión puede producir un paro respiratorio.

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El encéfalo es la gran masa de tejido nervioso que ocupa el cráneo, pesa 1.200 g en el adulto.  La palabra cerebro se usa en varios sentidos; lo más corriente es que se utilice como sinónimo de encéfalo o para referirse a sus porciones.
El encéfalo está dividido en cerebro anterior, medio y posterior.
El cerebro anterior o prosencéfalo comprende el telencéfalo, constituido por los dos hemisferios cerebrales, y una pequeña porción inferior, el diencéfalo, que abarca importantes estructuras como el tálamo, los cuerpos geniculados interno y externo, la epífisis y el hipotálamo.
El cerebro medio o mesencéfalo, unido al cerebro anterior y posterior, consta ventralmente de los pedúnculos cerebrales y dorsalmente de la lámina cuadrigémina (con los tubérculos cuadrigéminos).
 El cerebro posterior, o rombencéfalo, comprende al cerebelo, la protuberancia y el bulbo raquídeo, cuya continuidad es la médula espinal.

La médula espinal

La médula espinal es un órgano con forma de cordón, que se encuentra en el interior de la columna vertebral, protegido por las vértebras y por las tres membranas denominadas meninges. Mide 45 cm de longitud y se extiende desde el agujero occipital del cráneo ocupando casi los 2/3 superiores del conducto raquídeo labrado en el espesor de la columna vertebral.
Un corte de la médula tiene forma de «H» y en él se aprecian sus dos partes: la sustancia gris, que forma la parte interna, y la sustancia blanca, en la parte externa.
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Corte de la médula espinal y órganos y células implicados en un arco reflejo.
Morfológicamente, la médula espinal es similar en toda su extensión, a cada lado de ella emergen troncos nerviosos llamados raíces espinales, dorsales y ventrales, normalmente hay 31 pares de raíces espinales que se denominan según su relación con las vértebras: 8 cervicales, 12 dorsales, 5 lumbares, 5 sacras y un coxígeo.
Las raíces abandonan el conducto raquídeo siguiendo los agujeros intervertebrales, luego se reúnen y dan origen a una rama nerviosa dorsal y otra ventral.
La médula espinal tiene dos funciones fundamentales: en primer lugar, es el centro de muchos actos reflejos. Las neuronas sensitivas entran por las raíces dorsales de la médula y hacen sinapsis dentro de la sustancia gris, con interneuronas y neuronas motoras que salen por las raíces ventrales de los nervios espinales.
En segundo lugar, la médula es la vía de comunicación entre el cuerpo y el encéfalo, gracias a los cordones blancos que permiten el paso de vías ascendentes sensitivas y vías descendentes motoras.
La mayoría de las vías ascendentes, antes de llegar a su destino, cruzan al otro lado del cuerpo. Así, las sensaciones que provienen de los receptores de un lado del cuerpo van a parar a la zona contraria del cerebro.
Las vías descendentes que provienen de distintas estructuras del encéfalo implicadas en el control motor también cruzan al lado contrario. Es decir que, en general, un lado del encéfalo recibe la información del lado opuesto del cuerpo y controla sus movimientos y otras funciones.
Debemos recordar que tanto el encéfalo como la médula espinal están rodeados y protegidos por membranas de tejido no nervioso, llamadas meninges, éstas son de afuera hacia adentro: la duramadre, la aracnoides y la piamadre.
Entre la aracnoides y la piamadre queda un espacio subaracnoídeo que contiene un fluido, el líquido cefalorraquídeo (LCR).


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En la imagen de columna vertebral de la izquierda se ve la duramadre, que envuelve al cerebro.
En la imagen de la derecha se ven las cavidades por las cuales circula el líquido raquídeo.

El oido y el equilibrio

Para mantener el equilibrio, el cerebro debe procesar un flujo constante de información desde algunas “zonas de información” que se describen a continuación: 
El equilibrio y el cerebro
El equilibrio y el cerebro
En primer lugar los ojos registran lo posición del cuerpo y sus alrededores (como cuando uno se para en lo alto de uno escalera). Luego los nervios sensoriales en los músculos, articulaciones y piel reportan los movimientos corporales (como inclinándose contra un muro como apoyo). 

Sin embargo adicional a ello juega un papel importante el oído interno, por intermedio del laberinto, el cual maneja el equilibrio; esta parte del cuerpo presenta tres componentes principales: 
1. El área superior ayuda a mantener el equilibrio mientras uno gira. Esta zona tiene tres canales semicirculares. Cada uno contiene líquido y minúsculos sensores semejantes a pelos. Al rotar la cabeza el líquido se mueve, lo cual es registrado por los sensores, informando al cerebro que el cuerpo ha cambiado de posición. El cerebro alerta o músculos y articulaciones para compensarlo, de modo que se mantiene el equilibrio. 
2. La región más interior del oído interno está dotada de una estructura en forma de caracol llamada cóclea. Es principalmente un órgano auditivo. 
3. Cerca de los canales semicirculares y la cóclea se encuentran estructuras llamadas trículo y sáculo, las cuales contienen partículas minúsculas (otoconia) conectados a sensores que detectan movimientos hacia adelante y hacia atrás. 
Ahora el asunto de los mareos tiene que ver con las fallas que pueda presentar cualquiera de las “zonas de información” mencionadas en los párrafos anteriores; también puede producirse este problema  si el sistema nervioso central no puede procesar las señales que recibede forma adecuada. Por ello la relación entre el funcionamiento correcto del cerebro y el equilibrio es constante, uno depende del otro, de las señales que el primero interpreta y envía para que nosotros mantengamos el equilibrio adecuado.

LOS ÓRGANOS DE LOS SENTIDOS


LOS ÓRGANOS DE LOS SENTIDOS
Este sentido nos permite ver y relacionarnos.
Este sentido nos permite percibir sonidos.
Este sentido nos permite registrar sabores.
Este sentido nos permite discriminar olores.
Este sentido nos permite el contacto.
Los sentidos nos proporcionan la información vital que nos permite relacionarnos con el mundo que nos rodea de manera segura e independiente. Esto, por medio de las sensaciones, que son el mecanismo que tiene nuestro cuerpo para procesar todos los estímulos que recibe: luz, sonidos, sabores, frío o calor, dolor, olores, incluso las caricias, cosquillas y besos.


LA VISTA
 
- El sentido de la vista es el que permite al hombre conocer (ver) el medio que lo rodea y relacionarse con sus semejantes.
- El órgano receptor es el ojo o globo ocular.
- El ojo cuenta con distintas estructuras que lo protegen: órbita, párpados, glándula lagrimal, pestañas y cejas.
- Los medios transparentes que lo forman son: pupila, cristalino, retina, iris y córnea.
- La visión cambia a medida que las cosas o tu cuerpo se mueven. El cerebro actúa produciendo una serie de imágenes cientos de veces por segundo, ubicándolas una a continuación de la otra, como una secuencia.
 
 
SENTIDO DE LA VISTA
 
EL OÍDO
 
El sentido del oído nos permite percibir los sonidos, su volumen, tono, timbre y la dirección de la que provienen.
El órgano receptor es la oreja.
Su estructura se divide en tres partes: oído externo, oído medio y oído interno.
Las vibraciones se transmiten a través del oído medio por una cadena de huesecillos: el martillo, el yunque y el estribo. Al mismo tiempo, originan ondas en el líquido del oído interno. Esos estímulos llegan al cerebro a través los nervios auditivos superiores.
 
 
SENTIDO DEL OIDO
 EL GUSTO
 
- El sentido del gusto consiste en registrar el sabor e identificar determinadas sustancias solubles en la saliva por medio de algunas de sus cualidades químicas.
- El órgano receptor del gusto es la boca.
- Sus órganos son los siguientes: papilas gustativas, lengua y paladar.
- Hay cuatro sensaciones gustativas que pueden reconocerse con facilidad: dulce, amargo, ácido y salado. Cada una depende de corpúsculos gustativos diferentes, que se distribuyen en determinadas zonas de la lengua.
- El sabor dulce se aprecia de preferencia en la punta de la lengua; el amargo en la zona posterior; el ácido en los bordes y el salado en la punta u en los bordes.
- La zona central de la lengua es insensible a los sabores.
 
 
SENTIDO DEL GUSTO
EL OLFATO
 
- El sentido del olfato es el que nos permite discriminar los olores y nos advierte de algunos peligros.
- La nariz es el órgano por el cual penetran todos los olores que sentimos desde el exterior.
- El olfato que está relegado al fondo de la nariz, está constituido por dos cavidades, las fosas nasales, separadas por un tabique.
- La parte interna de la nariz está formada por dos paredes: la pituitaria amarilla y la pituitaria roja o rosada.
 
 
SENTIDO DEL OLFATO
 
 
EL TACTO
 
- El sentido del tacto es el encargado de la percepción de los estímulos que incluyen el contacto y la presión, los de temperatura y los de dolor.
- Su órgano sensorial es la piel.
- La mayoría de las sensaciones son percibidas por medio de los corpúsculos, que son receptores que están encerrados en cápsulas de tejido conjuntivo y distribuidos entre las distintas capas de la piel.
- Las capas de la piel se llaman epidermis, dermis, e hipodermis.
 
 
SENTIDO DEL TACTO